miércoles, 19 de agosto de 2009

14 PIENSA ANTES DE RESPONDER

No eres responsable de lo que otros hacen. Pero sí eres responsable de lo que tú haces, en particular de lo que tú haces como respuesta. Esto que puede parecerte tan evidente ahora que me escuchas, no suele serlo en el momento de la acción, cuando nos asaltan imágenes espontáneas, e impulsos muy fuertes y fuertemente sentidos, que nos llevan. Y nos dejamos llevar, sin control, disfrutando de una espontaneidad repentina. Pero no siempre nos sentimos bien después. Si los demás reaccionan ante algo tuyo de manera injustamente negativa, eres libre de elegir tu respuesta. Pero si te limitas a reaccionar, lo más probable es que tu reacción sea igualmente negativa, guiada por sentimientos y recuerdos inconscientes que no has tenido la oportunidad de examinar y evaluar, ni menos asumir conscientemente. Eso no es responsable. Lo que hagas estará cargado de lastres del pasado, incluso de un pasado muy lejano, en circunstancias muy diferentes a las que confrontas hoy y podrías estar siendo injusto o desconsiderado. Sólo puedes ser responsable si te has dado el espacio para elaborar una reflexión consciente. Para aprender a responder, en lugar de reaccionar, lo que puedes hacer es imaginarte tu respuesta, antes de ofrecerla. Si te sientes bien, la ofreces, si te sientes mal, espera unos instantes y aparecerá una alternativa, y así sucesivamente hasta que estés satisfecho. Al principio esto puede parecerte complicado, pero pronto se volverá automático, y en fracciones de segundo podrás evaluar si te sientes realmente bien con tu respuesta. Ya no te costará ningún esfuerzo, y estarás más contento contigo mismo, y los demás contigo. Palabra de hombre.

No hay comentarios:

Publicar un comentario