miércoles, 19 de agosto de 2009

16. CHISTES DE HOMBRES O DE MUJERES

No hagas chistes que se burlan de la mujer, ni admitas chistes que se burlan del hombre. La dignidad es lo único que nunca debemos perder. Cada vez que alguien se ríe de un hombre o de una mujer, por burlarse de algún rasgo de lo que nos distingue, lo hace transformando lo que nos enorgullece en algo vergonzoso. Los llamados “chistes de hombres”, las más de las veces, destacan nuestros deseos sexuales para hacer escarnio. Como si hubiera algo fundamentalmente malo en el deseo masculino, que por cierto es diferente del deseo femenino pero de ninguna manera inferior ni despreciable. Destacan nuestra necesidad de ser amados y de que ese amor de la mujer que elegimos se exprese en nuestro deseo. No te hagas cómplice de esas burlas, y no permitas tampoco que se burlen de la mujer con “chistes de mujeres”, ni tampoco “chistes judíos” o “chistes de argentinos” o “chistes de negros” ni ningún “chiste” que haga escarnio de nadie, que no son sino formas escondidas de discriminación y de prejuicios. La ironía no debe significar escarnio de nadie. Palabra de hombre.

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