jueves, 31 de diciembre de 2009

49. EL AÑO NUEVO

En este día, víspera del Nuevo Año, lo que más les deseo a todos, es que desde ya, desde hoy mismo, tengamos la sabiduría suficiente como para construir, todos los días, un mundo mejor para todos. Que no lamentemos mañana el haber dejado pasar un instante sin haber sembrado algo bueno, sin haber creado algo bello, sin haber descubierto alguna verdad importante, para beneficio de todos. Mi mejor deseo es que nunca tengamos que lamentar amargamente por no haber hecho algo valioso para otros el día de ayer, por no haber hecho algo que haga feliz a un niño o niña, por no haber logrado brindar a la mujer que te ama algo que la haga sonreír, por no haber hecho un gesto que alivie al que sufre. Que nunca lamentemos el no haber dado nuestro granito de arena para que el día de mañana sea al menos un poquitito mejor que el de ayer. Si ese espíritu inspira tus actos en el Año Nuevo, este que viene será, sin la más mínima duda, un Año Feliz. De nosotros depende. Palabra de Hombre.

lunes, 9 de noviembre de 2009

48. FIDELIDAD POR FUERZA DE VOLUNTAD O POR AMOR

A veces no cuesta nada ser fiel a la mujer que amas. Esta capacidad que podrías haber experimentado, acaba de ser estudiada por especialistas en neurociencias de la Universidad de Harvard. Puedes serle fiel porque haces un esfuerzo por no ser infiel, reprimiendo tus impulsos, o puedes serle fiel simplemente porque no sientes el impulso de serle infiel, lo que no significa que no tengas poderosos impulsos sexuales. Cuando tienes que hacer un esfuerzo es cuando te ves obligado a recurrir a tu fuerza de voluntad para resistirte a la tentación del engaño. Si no tienes que hacer ningún esfuerzo para evitar la infidelidad ello se debe a que la tentación de hacer una trampa a tu pareja no existe. Ella se ha convertido en la única fuente y el único objeto de tu deseo sexual, no porque no existan mujeres tan bellas o tan deseables como ella, si no porque tú, simplemente, no sientes el impulso de buscar otra mujer porque te sientes plenamente satisfecho en tu vida sexual y en lo que construyes con la mujer que amas. Intuyes que si eres sensible a un trato equitativo, sin engaños mutuos, si valoras las necesidades de tu pareja tanto como las tuyas, vas a construir una relación de cooperación y apoyo mutuo que beneficiará a todos, no sólo a la pareja. Eso es el amor. Palabra de hombre.

miércoles, 21 de octubre de 2009

47. UN MENSAJE A LA MUJER

Te brindo estas palabras a ti, mujer, madre y esposa amante. Hay un espacio en el corazón de tus hijos donde tiene que entrar el padre, tu pareja, tu esposo. No tienes ni debes temer lo que él necesita y debe sembrar ahí. Sé que puedes sentirte aprehensiva (razones no te faltan). al sentir que su energía viril es fuerte, a veces muy fuerte, y muy distinta a la tuya. No por eso su presencia vital es menos amorosa que tus dulces y protectores brazos. Puedes confiar y no interferir, porque si no lo permites, a tus hijos e hijas les faltará algo sumamente importante: un Padre. Porque padre no es solamente aquel que rindió su néctar enamorado en tu vientre tibio. Padre es también el que sabe decir “si” y “no” a sus hijos, el que sabe dictar la Ley y a la vez enseña cómo y cuando puede ser transgredida, el que hace sentir seguros a tus hijos, el que puede mostrar a tu hijo hombre cómo hacer para conquistar a una mujer deseable como tú, y a tu hija mujer hacerle ver cómo es el hombre que merece ser amado. Padre es aquel que en todos los momentos de la vida de tus hijos e hijas sabe transmitirle los valores de los hombres, sabe transmitirles el valor y la importancia de sus cualidades masculinas. Tú nunca podrás entender totalmente la manera cómo ese padre siente y piensa ni cómo lo transmite a tus hijos, porque no eres hombre. Pero puedes confiar y no cerrar las puertas a ese Padre y a su Ley. Palabra de hombre.

jueves, 8 de octubre de 2009

46. EL SEXO EN EL CEREBRO

El primer y más importante órgano sexual es el cerebro, eso lo sabemos todos ahora. Pero ¿sabes qué es lo que se moviliza en el cerebro en las primeras dos décimas de segundo, del despertar del deseo sexual? Contrariamente a lo que podríamos imaginar, lo primero que se activa está en las partes del cerebro ligadas a las formas más sofisticadas de pensamiento, no en las más primarias. Las partes del cerebro asociadas a la autoconsciencia corporal y a la comprensión del pensamiento e intenciones de otras personas son las primeras en encenderse. Después se activan las partes del cerebro ligadas a las emociones fuertes, y se activa la memoria, consciencia que instruye a nuestros órganos de la percepción a volverse más sensibles, lo que a su vez activa más aún nuestro cuerpo emocional y hormonal. Primero es el pensamiento más sofisticado, luego las pasiones. ¿Qué te parece? Y en eso, somos idénticos a las mujeres. Palabra de hombre.

45. LA FELICIDAD NO VIENE SOLA

La felicidad no viene sola - nos dice el Dalai Lama -, es el resultado de tus acciones. Efectivamente, la felicidad la construimos, no es un don gratuito de la vida. Frente a cada situación que la vida te brinda hay un desafío: o decides recibirla con miedo, con dudas, con reservas, con desconfianza, o la recibes como viene, aceptándola y descifrando qué hacer para convertirla en algo bueno para todos y para ti mismo, evitando los conflictos y sufrimientos innecesarios y construyendo el bienestar. De ti depende. Por eso la felicidad necesita de tu lucha cotidiana, de tus esfuerzos y no admite el descuido, la dejadez. La verdadera felicidad no viene de la flojera, del desinterés en la vida, de la desidia, del acomodo ocioso a los límites, aparentes o reales, que se presentan siempre. Los hombres tenemos una responsabilidad particular frente a esta construcción de la felicidad. Nos toca una función muy especial: transmitir a nuestros hijos e hijas un mensaje de seguridad y confianza que equilibre la natural protección, a veces muy ansiosa, que le brindan sus madres. Cuando nuestros hijos tienen una pequeña herida les decimos, al tiempo que los lavamos y curamos, que no es nada, que va a pasar pronto, que sigan jugando, sabiendo nosotros que sus heriditas son sólo señal de que han jugado en libertad y sin miedos. Habrán aprendido así, una pequeña lección de cómo se construye la felicidad,… sin siquiera darse cuenta. Palabra de hombre.

domingo, 4 de octubre de 2009

44. EL MIEDO Y EL CORAGE

Que tengas miedo no significa que seas poco hombre. Cobardes son los que niegan el miedo. Los más grandes y más nobles maestros de la guerra dicen siempre que los cobardes no son los que tienen miedo, si no los que lo desconocen. El miedo es una emoción natural que surge para advertirnos de algo, para protegernos de algo, para informarnos acerca de algo que debemos tomar en cuenta para estar más seguros. Si no pudiéramos tener miedo habríamos desaparecido como especie. En lugar de aplastar ese miedo, lo que debemos hacer es escucharlo, atentamente, como a un buen amigo. No siempre significa que haya un peligro real oculto o flagrante. Puede ser simplemente que hay un recuerdo inconsciente asociado a un miedo sorpresivo que ha sido activado por algo tal vez también desconocido u olvidado. Cuando aparece el miedo, pregúntate desde tu lado más viril, qué es lo que te daría más seguridad; y espera, calmado, una respuesta espontánea, libre, no manipulada por ti, dejando que el miedo mismo te hable. Y, sobretodo, no le tengas miedo al miedo, porque, si le temes, vas a huir y refugiarte tal vez sin motivo, te vas a cegar, y no lo vas a escuchar. Peor si entras en pánico, que no es otra cosa que el miedo más inconsciente, desbordado. Apenas percibas los primeros atisbos de un miedo extraño, sorpresivo, aparentemente injustificado, recíbelos, atento y respetuoso, en silencio, calmado, pero dispuesto a oír algo inesperado. Y su mensaje sabio y exigente te llegará como un poderoso imperativo. Esa es la fuente del coraje masculino. Palabra de hombre.

sábado, 3 de octubre de 2009

43. EL MIEDO A ESTAR SOLO

Puede ser que la soledad aparezca con un rostro poco amable para los hombres. Puede ser que elija a veces mostrarnos un lado feo de la vida, recordándonos los momentos en que no parecíamos encontrar una pareja, o, peor, cuando en nuestras vísceras y en cada una de nuestras células se reaviva la memoria de cuando mamá no estaba, o cuando papá no llegaba. Pero con los años vas a ir tomando consciencia de que en realidad estás solo. Que nadie puede jamás sentir exactamente lo que tú sientes debajo de tu piel, que nadie puede realmente saber qué es lo que abriga tu pensamiento, que nadie está nítidamente cerca de tus recuerdos y de tus sueños, y que nadie podrá estar exactamente en el lugar de tu partida final. No es que nadie te quiera ni que no quieran estar ahí los que te aman, cerca de ti, si no que no lo pueden estar, no se puede estar ahí. La soledad es inevitable. Y eso te duele a ti pero también a ellos, a todos. No obstante, hay algo de maravilloso en todo esto. Cuando estás solo, tú si puedes estar contigo mismo en esos niveles sorprendentes de intimidad. Cuando estás solo te puedes permitir alejarte de todo lo que interfiera con la consciencia de la increíble experiencia de la vida y redescubrirla, una vez más, bella, portentosamente bella, sin poder entenderla ni poseerla totalmente. Por eso la soledad puede ser tu más dulce elección, tu más dulce alternativa. La mujer de tu vida es el símbolo de esa elección de la soledad. Nunca la entenderás pero la amarás igual, asombrado,.. fascinado. Palabra de hombre.

domingo, 27 de septiembre de 2009

42. LA CURIOSIDAD DE LOS NIÑOS

Está bien que seas curioso como un niño, sin siquiera darte cuenta que lo eres. Esa hermosa frase que me repetía uno de mis maestros, Ron Kurtz, siempre alimenta el lado más esperanzador de mis días. Y en efecto, cuando estás al lado de un niño o niña, puedes dejar de lado la tentación de enseñarle siempre algo, y puedes dejarte llevar por su maravillosa curiosidad que los lleva a interesarse en todo, a maravillarse de las cosas más insignificantes, así como de las más importantes. Puedes volverte un niño curioso como él o ella, y preguntarte todo sobre tu experiencia del momento, como si fuera la primera vez que descubres la vida y cada uno de sus rincones. Tienes que dejar de lado tu supuesto saber y dejarte sorprender por lo que ocurre, sin ninguna idea previa, sin ningún supuesto conocimiento previo. En realidad ¿es que hay algún conocimiento que sea cierto de verdad? ¿Puedo estar absolutamente seguro de algo? Evidentemente no. Esa actitud de principiante, esa postura del aprendiz, es lo que conduce al niño que llevas adentro, a redescubrir el mundo, a verlo de una manera diferente, creativa, sacándote de tu rigidez y haciéndote sentir más cómodo con tus límites, ayudándote a aceptar saludablemente tu inocente ignorancia. Si te sitúas ahí, no mediará distancia alguna entre los niños más tiernos y tu corazón agradecido. Palabra de hombre.

41. EL COMFORT ANTE LA MUERTE

Hace un tiempo escuché cómo rezan las palabras de los budistas ante el cuerpo de alguien que ha fallecido. El que conduce la ceremonia, menta el nombre de quien ha fallecido, y dice “….has muerto”. Así, crudamente. Luego dice: “La muerte es real.” Luego de una pausa añade: “Todos vamos a morir.”, y luego de otro breve silencio, concluye diciendo: “No podemos hacer nada para evitarlo”.

Esas palabras me resultaron muy reconfortantes. Me brindaron mucha paz y alimentaron en mí la posibilidad de una suave aceptación de la muerte como nuestro grave destino común. Y he estado al borde de la muerte tres veces en mi vida, por razones ajenas a mi voluntad, por supuesto. Y las tres veces esa situación terrible me generó profundos e indescriptibles cambios en mi visión de la vida. Con los años he desarrollado un sentido de inmensa gratitud por la vida que tengo, con sus lados buenos y malos. Cuando me llegue el momento, mi fantasía sería tener suficiente consciencia como para decir “gracias” y poder dejarme ir, mientras cierre los ojos con una sonrisa. Palabra de hombre.

jueves, 24 de septiembre de 2009

35. LA EDUCACION DE LOS EDUCADORES SEXUALES

Los educadores encargados de la educación sexual son todos educadores heridos emocional y espiritualmente. Son personas que provienen de hogares donde existió una manera de crecer en la sexualidad, de acercarse a la misma y de recorrer los caminos propios del amor, bastante complejos y muchas veces disfuncionales, por lo que lo más probable es que sean, ellos mismos personas muy heridas en su sexualidad (entre muchas otras heridas, y como la mayoría de los humanos). Por lo tanto sus valores pueden haber crecido muy afectados por carencias y confusiones a nivel afectivo y cognitivo sobre lo que es una sexualidad plena. Podrían estar confundidos entre su universo personal y la prédica restrictiva de conductas supuestamente “buenas” que ellos mismos tienen dificultades para sostener (como todos, en mayor o menor medida), prédica que es tan solo el reflejo de lo que alguna vez y a modo de letanía les repitieron a ellos, y así sucesivamente, generación tras generación, con ciertos progresos tal vez, pero igualmente fragmentada. El riesgo es que al educar a los niños y niñas, se transmitan los anti-valores que vienen de los traumas y de las heridas del crecimiento de sus mentores. Por ello propongo que la capacitación de estos educadores y sobretodo de los formadores de los formadores, aporte experiencias reparadoras, nutricias, que, aunque no resuelvan todas las dificultades de estas personas a quienes les confiamos la educación sexual de nuestros hijos, al menos aporten herramientas y fuerzas para una contención sana de su sexualidad, sin lo cual esa educación no podría ser ética. Palabra de hombre.

40. APRENDIENDO A SER AMADO

Recién estoy aprendiendo a ser amado. Te sorprenderá esa frase. Creo desde hace tiempo que podía decir que sé amar, pero no sabía lo suficiente acerca de la ciencia y el arte de cómo ser amado. Eso va bastante más allá de la actitud pasiva de quien le resulta fácil tan aceptar ser amado. No hace mucho aprendí a separar y diferenciar "ser necesitado" de "ser amado". Bueno, eso fue complicado pero me dio una libertad inicial muy importante. Luego creo aprendí algo de la diferencia entre "ser criticado" y "no ser amado", ¡cosa difícil! Sobretodo cuando uno es el objeto de la crítica. Como creo que yo no critico a los demás, me resultaba difícil recibir la critica como algo natural... Aprendí también, poco a poco, que el desacuerdo no es sinónimo de desamor, que uno puede estar de acuerdo en estar en desacuerdo, y que es muy liberador el no tener que estar de acuerdo para sentirse bien,... ¡descubro así otra manera de celebrar las diferencias! Estuve aprendiendo igualmente que pueden molestarse conmigo y que no pasa nada, ya que entendí que tengo que frustrar, inevitablemente, a los demás, por una ley de la vida: ya que, obviamente, ¡no soy nada, pero nada, perfecto!! Por el contrario, estoy lleno de imperfecciones frustrantes para mi mismo, ¿¡cómo no frustrar a los demás!? Ahora creo tengo que aprender que me puedo molestar y que eso puede ser bueno, que sirve para poner límites y ayuda al otro u otra a centrarse, a contenerse, a suspender algo... Y me resulta difícil, porque tengo un alma fanáticamente contemporizadora... ¡cosa terrible! Bueno, pero tengo que seguir aprendiendo, ¡cosa difícil! Palabra de hombre.

39. CUANDO LOS HOMBRES CREEMOS PERDER TODO

Muchas veces, cuando se separa una pareja casada, los hombres dejan la casa, los hijos, sus bienes, y eso duele muchísimo. Obviamente, la separación es de su pareja y no de sus hijos, que seguirán siendo suyos, y la casa seguirá siendo patrimonio de ambos. Pero ¿cómo no sentir un agudo dolor de no pasar las mismas horas, tan escasas ya desde antes por el trabajo, al lado de sus hijos? ¿Cómo no sentir un duelo si pierde su hogar, sus cosas, sus espacios, sus bienes, su jardín, sus libros, sus cubiertos, sus sábanas, al menos en usufructo? ¿Cómo no sentirse desterrado y sólo? No estoy hablando de las causas de la separación, sino del dolor de la separación misma. Puede que la separación se deba a algún grave error del hombre. Puede que no. Pero cualquiera que sea la causa, la sociedad es muy cruel con el hombre en las separaciones, y peor con el amor del padre cuando de la unión, que alguna vez fue deseada, nacieron hijos. E inmenso es el sufrimiento de los hijos también, cuando ocurren esas separaciones y papá se va, no importan las razones. Porque papá sigue siendo papá, sea cual sea su error, y siempre dolorosa es su lejanía. Estoy hablando obviamente de las situaciones habituales, cuando no se han cometido delitos, y cuando el amor de pareja se acabó, pero no el amor de padre e hijo o hija. Palabra de hombre.

domingo, 20 de septiembre de 2009

38. LOS ENEMIGOS CERCANOS Y LEJANOS DE LAS EMOCIONES SUPERIORES

En el pensamiento budista, las cuatro emociones superiores son el amor bondadoso, la compasión, el gozo empático y la ecuanimidad. Los budistas nos dicen que estas cuatro emociones tienen un “enemigo lejano” y un “enemigo cercano”.
El amor bondadoso tiene como enemigo lejano el odio. Pero hay formas más sutiles de dañar el amor. Podemos ser demasiado buenos, tan pero tan amorosos, que terminamos sofocando con nuestra bondad a aquellas personas que son el objeto de nuestro amor, imponiéndoles un apego envolvente del que pueden tener dificultades para tomar distancia. Si nos aferramos así, posesivamente, a alguien o algo, dejamos de amar desde nuestro propio sitio, desde nuestros pantalones bien puestos, y drenamos vida y energía al supuesto objeto de nuestro amor.
La crueldad es el opuesto de la compasión, pero una forma más sutil de dañar la compasión es tener lástima de la persona frente a la cual creemos sentirnos compasivos.
El gozo empático es la capacidad para sentir alegría, bienestar, simplemente por el hecho de que alguien está feliz, en un estado de gozo. Es la capacidad para contagiarnos de su bienestar y disfrutar su disfrute. Cuando no podemos sentir el gozo por el bien ajeno estamos atrapados por la enfermedad de la envidia; pero una manera escondida, más “cercana” de dañar al gozo ajeno es la hipocresía.
Finalmente, la virtud de la ecuanimidad encuentra a su enemigo en la excitación constante y desordenada, pero su peor enemigo es la indiferencia basada en la despreocupación intencional.
Si lo que nos guía es el amor, no habrá problemas ni confusiones. Pero hay que tener claro que se trata del amor nuestro, sin esperar nada del otro, no el amor del otro, y no podemos hacer que dependa del amor del otro, ni su objeto es ser amado o necesitado por el otro. Ama, entonces, sin reservas, y cultivarás las emociones superiores, sin siquiera darte cuenta. Palabra de hombre.

37. LAS HISTORIAS VIOLENTAS

Muchas veces me pregunto porqué los varoncitos de hoy sienten tanto atractivo por los juegos violentos en Internet o por las películas tantas veces terriblemente sangrientas. Los vampiros, los luchadores implacables y sanguinarios, parecen fascinarlos y no lo entiendo. Pero un pensamiento me ayuda a entender. Me recuerdo a mi mismo que no se trata de algo tan nuevo. Los griegos crearon dioses feroces y elaboraron historias de terror en las que los héroes luchaban con monstruos terribles, poderosos dioses vengativos y fuerzas devastadoras de la naturaleza. En nuestros días se han hecho nuevamente famosas historias como El Señor de los Anillos escrita en los años 50, que fue llevada al cine con espeluznante realismo, la misma que gira alrededor de la lucha por no caer en la maldad a la que puede arrastrar el poder. Hasta la Caperucita roja lidia con animales asesinos. Es decir, no hay nada nuevo, sólo un cambio de forma y una pequeña evolución de los personajes. Tal vez las luchas de hoy con súper poderes y vampiros y superhéroes preparan a nuestros hijos para luchas entre el bien y el mal que hoy no podemos ni imaginar. La dopamina que liberan en estas luchas fantásticas, produce una sensación agradable, tan agradable que puede ser adictiva. Una sabia respuesta, creo, es la de sumarse a nuestros hijos para regular con nuestra participación aquello que ocurra, no para someternos. Eso nos permitirá escoger buena literatura de ese tipo, buenos juegos, sin sadismo, donde sea bellamente evidente el motivo sano de las conductas extremas en las que a veces tenemos que caer los humanos por el bien común y propio, en lugar de oponernos de manera intransigente a esos juegos y películas que reprobamos. Palabra de hombre.

jueves, 17 de septiembre de 2009

36. COMO TU HIJO SE HACE HOMBRE

Mucho antes de tener ni una sola palabra, sólo balbuceos, en su cabecita, tu hijo hombre se hace hombre, desde que te siente diferente a mamá, sin siquiera pensarlo. El siente otra energía cuando, con mucha seguridad, lo arrojas al aire, amoroso, confiado en tu fuerza y destreza. El siente otro tipo de presencia cuando escucha tu voz, gruesa, tan diferente ésta a la del cristal de la voz femenina de mamá. Siente otro tipo de mirada cuando tu sonrisa lo mira con el orgullo especial de su género. Otro es su placer con tus cariños rudos, con la fuerza de tus brazos al cargarlo, diferente a la seda de las manos de mamá o a la blandura de los brazos tiernos de una mujer. Otra es la forma como le cambias los pañales y cómo lo bañas. Ahí ya lo estás haciendo Hombre. Todo esto ocurre mucho antes de que comience a atisbar el misterio de ser niño y no niña, a nivel de su pensamiento, cuando finalmente vé que viste de manera diferente, que lleva nombre de hombre y no de mujer, que juega con juguetes de hombrecito y no de mujercita, cuando siente su energía, su tono muscular y corporal diferente y tu miras todo eso con orgullo. Todos lo nombran niño, y no niña, y esperan de él algo distinto. Esto no es un “conocimiento” en la forma conceptual. Es una vivencia que implica sensaciones y ocurre antes de descubrir en su pensamiento su anatomía masculina. Y cuando descubre su propio pene, eres tú en tanto hombre, y no su madre, quien le muestra, sin mediar palabras, toda la potencia de su genitalidad cuando él descubre, sin saberlo, que gracias a lo que se define con ese pene que tu llevas, tienes a una mujer como la mamá que él ama. Ya después vienen las etapas en las que él va a escuchar, miles de veces, qué significa ser hombre, cuales son los valores masculinos, qué clase de hombre quiere o debe ser, la ética masculina, y demás. Pero si no ha vivido bien esas etapas anteriores, de las que te acabo de hablar, mucho más difíciles le serán sus aprendizajes masculinos. Palabra de hombre.

lunes, 14 de septiembre de 2009

34. CUANDO BRINDAMOS LO MEJOR QUE TENEMOS A LA MUJER QUE AMAMOS.

Parece que las mujeres se sorprenden, o se ofenden, cuando el hombre que las ama las invita a hacer el amor cuando ellas están molestas o tristes. Pero ¿Qué podríamos ofrecer los hombres que sea más valioso, cuando ellas sufren? Brindamos lo mejor que tenemos: amarlas incondicionalmente, sin tener que comprender previamente qué es lo que les ocurre, ni pretender ilusamente tener una solución a su malestar que tal vez no existe. ¿Sería mejor ponernos a hablar solamente, o invitarla a hablar acerca de lo que ella ya sabe y que viene repitiéndose a si misma en la cabeza, una y otra vez sin encontrar salida? ¿O enfurecernos o entristecernos también? ¿No es verdad que, en última instancia, lo más importante, lo único que realmente necesitamos en la vida es amar y ser amados? Cuando un bebe llora, la madre le brinda inmediatamente su seno, su ternura, su calor, sin dudarlo, le brinda lo mejor que tiene, lo más valioso. No espera hablar con el pediatra ni, obviamente, con el bebe. ¿Por qué habríamos de actuar de manera diferente los hombres con la mujer que amamos cuando ella sufre? ¿Por que es una mujer adulta que sabe hablar y el bebe no? ¿Acaso existe alguna palabra que sea más poderosa que un abrazo, que una caricia, que el deseo, para aliviar el dolor más profundo? ¡Brinda amorosamente tu deseo a la mujer que amas cuando sientas que el dolor la embarga, o cuando esté molesta, incluso si está molesta contigo! Seguramente no te va a entender, y no te sorprenda que se moleste. Seguro. Pero algo pasará dentro de ella y algo en ella se sentirá emocionalmente nutrido, sin tener que darse cuenta de lo que ocurrió: sentirá la evidencia de que la amas y que la deseas, sabrá que su existencia y su bienestar es muy importante para ti, y que, a pesar de todas las dificultades del camino, vale la pena seguir viviendo y amando. Palabra de hombre.

33. LA EDUCACION SEXUAL DE ADOLESCENTES.

Los adolescentes necesitan toda la riqueza de los valores para un desarrollo pleno y oportuno de su sexualidad. El amor, la amistad, la colaboración, el reconocimiento y respeto por el otro, la comunicación, el compromiso, y muchos otro, son valores vitales para una vida plena. Sólo así podrán aprender a construir vínculos sanos y satisfactorios con sus semejantes. Cuando lleguen a la madurez, tienen derecho a vivir una sexualidad sana y feliz, libre de temores y de perversiones. La educación sexual no ha dado a esta perspectiva el peso que amerita, lo que le ha creado serios problemas. Ha puesto énfasis en los temores y peligros y no en la construcción de espacios felices. Abundan las advertencias sobre las enfermedades y embarazos prematuros y sobre la contracepción.

Muchos padres de familia resienten y se resisten esa educación sexual a la que culpan más bien del aumento de una actividad sexual prematura de sus hijos. Y no dejan de tener algo razón. No sembremos más temor en nuestros hijos y ayudémosles a encontrar los espacios buenos del amor, y así vamos a ayudarlos a construir un mundo para ellos mejor que el que tenemos nosotros. Palabra de hombre.

viernes, 11 de septiembre de 2009

32. CUANDO TODO SE VE MUY OSCURO

A veces nos sorprendemos a nosotros mismos sintiendo que ya no hay esperanza. Todo lo vemos como sumido en una noche interminable y nuestra hombría nos parece profundamente cuestionada. Y nos quejamos de una u otra persona en nuestra vida a quien le hemos atribuido un inmenso poder para hacernos infelices, un poder realmente alucinante,… pero de verdad irreal. Esa persona suele ser alguien muy cercano, como un padre, una madre, un hermano o nuestra pareja. A esta persona muy cercana le echamos la culpa de nuestro malestar, le atribuimos la razón de nuestra desesperanza, como si no hubiera ningún otro culpable de lo que ocurre. Mucho bien nos haría en esos momentos si tomáramos consciencia de que somos nosotros mismos quienes trajimos esa noche a nuestra vida, si reconociéramos que nosotros somos también responsables y no víctimas pasivas en la mayor parte de los casos. Como decía el sabio poeta, Rabindranath Tagore: "Si por doquiera que vayas no haces sino proyectar tu propia sombra, es porque hay alguna luz interior que no has encendido todavía". No te quedes culpando a otros de lo que te ocurre. Lo más probable es que ellos no hicieron sino lo único que sabían hacer, tal vez con la mejor intención, y si bien son responsables de lo que hicieron, tu respuesta, la tuya, es tu responsabilidad, sólo tuya, y sólo de ti depende lo que hagas o sientas. Palabra de hombre.

31. LA NO-VIOLENCIA

Los hombres tenemos una responsabilidad especial en el tema de la violencia. Se asocia masculinidad con violencia, como si fueran hermanas gemelas. Y no deja de haber algo de cierto en ello, pero hay que aclarar las cosas y diferenciar bien. Hay violencia en la cultura masculina desde tiempos ancestrales, pero las fronteras entre la violencia destructiva y la fuerza puesta al servicio de la protección de la vida pueden perderse con facilidad. Soy acérrimo defensor de la no-violencia, pero es difícil cuidar ese principio que nos brindara, en su más alto nivel, Mahatma Ghandhi. A los hombres nos corresponde una responsabilidad especial en la construcción del camino de la no-violencia. En cada acto de nuestras vidas tenemos que encontrar la manera de resolver los problemas sin el uso abusivo de la fuerza, y sin que se sienta jamás una ausencia de protección de nuestros seres queridos, de aquellos que no se pueden defender. Los alardes de violencia que caracterizan a las “barras bravas”, o a las “pandillas”, o el lado más oscuro del machismo que somete a la mujer por el miedo, tienen que ser desenmascarados como la antítesis de la masculinidad, como una deshonra para la virilidad porque difícilmente puede esconder la cobardía de su esencia, que no es otra cosa que el abuso, es decir, el uso anormal de la fuerza. Y hay formas muy sutiles de violencia, diferentes, nada obvias. Un simple comentario o interpretación de un acto, o rasgo, de otra persona puede ser muy violento, como el señalar constantemente los errores o defectos de los demás, o el estar sugiriendo todo el tiempo lo que “debe de hacerse” desde una posición de superioridad o falsa autoridad, o, contrariamente, el hacer caso omiso del malestar que uno genera en los demás por conductas aparentemente inocuas, son formas violentas de relacionarse, activas las primeras, pasivas las segundas, que los hombres tenemos que revisar y cuestionar radicalmente en nuestro accionar cotidiano, para cultivar la no-violencia. Palabra de hombre.

domingo, 6 de septiembre de 2009

30. SABER ESCUCHAR LOS MENSAJES OCULTOS

Cuando alguien nos cuenta algo de sí mismo, dice mucho más de lo que su historia pareciera decir. Ron Kurtz nos dice que una cosa es escuchar la historia que cuenta una persona, otra es escuchar qué es lo que esa persona nos dice acerca de sí misma cuando la cuenta. Sus gestos, las sutiles variaciones de su tono de voz, sus movimientos involuntarios, son comentarios espontáneos a su propia historia que ni la misma persona que las cuenta es consciente de de que los está haciendo. Si prestas verdadera atención a tu pareja, o a tus hijos, cuando te cuentan algo importante de sus vidas, y no te limitas a escuchar sólo lo que parecieran querer decir, te sorprenderán muchos mensajes valiosísimos que podrían pasar desapercibidos. Por ejemplo, tu esposa podría decirte que es muy, muy feliz y que se siente tan satisfecha de todo, pero una sutil fragilidad de su voz, o una mirada instantánea, podrían decirte lo contrario, o tal vez revelar una preocupación profunda o una frustración secreta, de la que te quiere proteger, a un costo excesivo para ella que no quiere medir. No dejes que esos mensajes se pierdan. Reconoce el mensaje escondido y, si es oportuno, nómbralo, diciendo, tal vez, “…amor, me pareció escuchar un otro mensaje, oculto, diferente, en tu tono de voz, en tu mirada, detrás de tus palabras, que me dice algo distinto a lo que me dicen tus palabras… ¿me equivoco?” y, si el momento es oportuno, ella, repuesta de su sorpresa al verse descubierta, podría compartirlo contigo para bien de ambos. Palabra de hombre.

29. LAS COSAS QUE HAY QUE CAMBIAR

Hace ya un tiempo que acepté que – tal como dice Anaïs Nin - yo no veo las cosas como son, realmente; las veo como yo soy. Hace ya un tiempo algún abuelito sabio nos dijo: “todo depende del color del cristal con que lo mires”... Es decir, tengo que aceptar que lo que yo veo en la realidad, está siempre teñido de supuestos míos, de preconceptos míos, de ideas sólo parcialmente ciertas. Es por lo mismo muy importante que, junto con otros hombres, aprendamos a elucidar qué es la “realidad” de la masculinidad. Juntos aprendamos a develar, al menos en parte, la falsa realidad que percibe la mayoría de mujeres cuando dicen: “los hombres son así”, con resignación. También es importante darse cuenta de que nosotros nunca vamos a ver a las mujeres “como ellas son”, sino “como nosotros somos”, lo que implica no sólo sesgos, sino la inevitabilidad de las dificultades de la comunicación. Este no es una invocación pesimista, sino un llamado a enfrentar las dificultades con fuerza y realismo. Los comentarios resignados que dicen: “es así”, “así son las cosas”, “hay que aceptarlo”, terminan reduciéndonos a reacciones espontáneas de fastidio frente a supuestas “limitaciones que hay que aceptar”. Esos comentarios no nos dan el espacio para respuestas responsables, conscientemente asumidas, que se hagan cargo de la comunicación compleja que a veces necesita del conflicto, del buen conflicto sincero. No temas entonces las situaciones en las que tienes que ventilar con tu pareja, tu manera de ver la vida, en cualquiera de sus detalles, partiendo de reconocer que la comunicación real y profunda entre los géneros es difícil, pero no imposible y que es sumamente importante. Palabra de hombre.

lunes, 31 de agosto de 2009

28. EL MIEDO A VIVIR

El exceso de trabajo no nos deja vivir. En la misma medida en que los hombres caemos en la vorágine de la lucha por la supervivencia, vamos ahogando nuestra sensibilidad y desconectándonos de la vida. Esta es una fuente sumamente destructiva de la salud, no sólo física sino, y sobretodo, mental. La mayoría de los peruanos no sufren por el consumismo, sino por la lucha desesperada por la supervivencia, agravada por la oferta alienada del consumismo y por la obsolescencia de las profesiones y destrezas que habíamos adquirido. La masculinidad sufre severamente esta alienación, porque gran parte de nuestro orgullo masculino se ha construido alrededor de la idea de que somos los que traemos el pan al hogar. La frustración, la vergüenza, la humillación, van entumeciendo nuestra capacidad de percibir lo inaceptable, ahogando nuestra sensibilidad, llegando incluso a hundirnos en adicciones absurdas. Tenemos que defendernos de esta locura. La guerra interna en el país aún nos desgarra, la corrupción y el narcotráfico destrozan vidas y consciencias, la violencia en las calles, protagonizada por delincuentes y por el tráfico, nos encierra en la paranoia. Pero los hombres tenemos que estar en la primera fila de quienes luchan por no encerrarnos en el miedo, por cuidar de la sensibilidad y abrirnos al amor. La sensación de que perder el control nos paraliza en el miedo. Pero, si bien es verdad que no podemos controlarlo todo, hay que reconocer que sólo si abrimos nuestros brazos al amor salvaremos nuestro espíritu de la locura y encontraremos la vida viviendo frente a nuestros ojos. No vaya a sorprendernos la muerte, sin darnos cuenta que ni siquiera hemos vivido. Palabra de hombre.

27. CUANDO ESTÁS DE MAL HUMOR

Se nos achaca a los hombres la dureza, el mal humor, nuestra tendencia a renegar, la impaciencia. La imputación es a todas luces injusta y discriminatoria. Hay por supuesto, tantas mujeres como hombres con tales dones o defectos. No obstante, hay una forma masculina, particularmente masculina, de desplegar la voz y los gestos en ese tipo de estados de ánimo, lo que nos hace parecer más feroces. Pero no te amilanes si se quejan de ti. Deja que los demás se den cuenta de que la fuerza de tu voz es también manifestación de la fuerza de tu espíritu, y que tú pones esa fuerza al servicio de la protección y cuidado del más débil, del que no se puede defender. Pero obviamente no te quedes atascado en las formas rudas de hablar y de gestear. Bríndate el permiso para ser fuerte sin renunciar a ser suave y accesible, y verás cómo esa voz gruesa y fuerte se va a sentir de todos modos, ya no como amenaza sino como calidez. Eso ayuda a hacer sentir seguros a nuestros hijos y a nuestras mujeres, les dará paz en lugar de miedo, y ellas aceptarán mejor nuestros momentos más fuertes, los disfrutarán. Palabra de hombre.

jueves, 27 de agosto de 2009

26. LOS HOMBRES SOMOS SEMBRADORES

No hay nada más masculino que la siembra. Los hombres somos sembradores por excelencia. Es en la siembra donde más pueden sentir las mujeres nuestra ternura, nuestra esperanza, nuestra fuerza. Lo que sembremos puede tardar muchos años en dar fruto, o tan sólo pocos meses. Sea se trate de palmeras que pueden tardar cincuenta años en dar frutos, u hortalizas que en pocas semanas podemos recoger, o criaturas que en pocos meses están llenando la casa con el delicado cristal de sus voces en sus risas y sus llantos. Lo único que se necesita es haber escogido una tierra rica en nutrientes, húmeda y generosa. Pero muy variada es nuestra siembra. No sólo sembramos árboles, verduras, y criaturas. También ponemos semillas para las actitudes, la fuerza, la ternura, los sueños, y para saber brindar el agradecimiento por cada día de vida recibido. Pero no todo lo que sembramos es siempre bueno. A veces sembramos las semillas del miedo, de la desilusión, de la desidia, de la intolerancia, del desamor y también de la violencia. Pero no podemos dejar de sembrar, está en nuestra naturaleza. Es una Ley. De nosotros, y sólo de nosotros, depende que, al final del camino, podamos sonreír al contemplar el fruto de todas aquellas semillas que cuidadosamente hemos dejado caer y que cubrimos de dulce tierra. De nosotros depende que no broten de nuestros ojos el lamento por demasiados recuerdos tristes de vacíos que tal vez hayamos dejado o heridas que hayamos causado. Palabra de hombre.

miércoles, 26 de agosto de 2009

25. UNA ETAPA DURA

A los hombres nos toca vivir una etapa muy dura. La crisis mundial agrava las cosas. Nunca fue fácil para nosotros cuidar un empleo para sostener a nuestra familia. Y ahora todo parece indicar que va a ser más difícil. Pero lo importante es que, frente a esta crisis, no olvidemos en ningún momento que, en último análisis, lo que más necesitan nuestros seres queridos es nuestro cariño y protección como padres, como hermanos, como esposos. Vamos a luchar sin descanso, vamos a arar la tierra, vamos a construir casas, vamos a enseñar al que no sabe, vamos a armar máquinas, equipos, muebles, vamos a seguir produciendo, todo lo que esté en nuestras manos. Pero no olvidemos que también podemos salir a pasear con nuestros hijos, y festejar momentos alegres con la mujer amada, que podemos incluso recoger flores cuando no hay papas. Lo que no debemos hacer, de ninguna manera, es hundirnos en la depresión, agredir con nuestro mal humor y frustración a nadie, y menos delinquir para conseguir lo que no tenemos. Nuestra dignidad está en el esfuerzo de nuestros músculos, de nuestro corazón, de nuestro espíritu, de nuestros huesos, de nuestra piel, de nuestro sentido del humor y de nuestras neuronas para remontar todas las etapas duras, las de hoy… y las que vengan. Palabra de hombre.

24. CUANDO LAS FLORES CAEN

Recientemente, demasiadas personas cercanas, muy queridas, fallecieron. Nada las unía tal vez, excepto esa cercanía a mi corazón. Todas esas muertes parecían injustas. Uno era un sabio intelectual, dechado de bondad, incapaz de hacer daño a nadie. Otro era un niño muy querido para quién la vida fue desproporcionadamente difícil. Otro era un amigo fuerte, luchador, que murió sin explicación. Sólo un poeta japonés pudo explicarme lo que pasa,… con estas palabras: “Así, mi bella vida también tiene que terminar. Otra flor que caerá y se irá, flotando.” Y dice que a veces creemos ver una flor que regresa al árbol, pero no tardaremos en darnos cuenta que, en realidad, es una mariposa. Esas voces me calman. Palabra de hombre.

23. LOS MAESTROS

El maestro que más recordamos y hacia quien más cariño brindamos, no era necesariamente el que tenía los "mejores métodos", y probablemente no era aquel que parecía más “bueno”, ni siempre el que nos hacía más concesiones, ni el que nos “subía la nota”. Tal vez lo descalificarían ahora si lo evaluaran los modernos pedagogos. Pero lo que si es seguro es que ese gran maestro que recordamos tanto era una persona de gran riqueza humana, una persona noble, valiosa, quizá imponente, una persona capaz de motivar lo mejor de nosotros, de sacar a la luz nuestra inspiración, nuestro respeto a la vida, nuestra admiración por la verdad y la belleza, y sobretodo el gusto de estar vivos. Y no era necesariamente una eminencia. Para nosotros, hombres, ese maestro era, seguramente, un hombre.

Como un saludo y un regalo a los maestros, quiero pedir que quienes se preocupan por ellos y su capacitación, piensen sobretodo en aspectos como la riqueza del mundo interior de los maestros en tanto personas dedicadas a una actividad altruista importantísima, el respeto a su identidad e integridad personal, la celebración de sus dones y fortalezas, la tolerancia hacia sus limitaciones humanas, el aprecio y cultivo de su capacidad para escuchar al educando y para educir lo mejor en los demás, para acompañar el florecimiento de lo mejor de cada niño o joven que esté a su alcance.

Ninguna concepción metodológica o técnica educativa, es más importante que la plenitud humana del maestro, que su experiencia y riqueza personal, que su sabiduría. Palabra de hombre.

viernes, 21 de agosto de 2009

22. LA FASCINACION DEL DESEO Y DEL AMOR



Cuando a un hombre le fascina una mujer, lo más probable es que haya sido convocado por su propio deseo, y llevado por éste a brindar amor. Pero cuando pasa el período del enamoramiento y se instaura finalmente el amor, se invierten los caminos y de ahí en adelante, es el deseo el que viene del amor y no a la inversa. Si muere el amor, muere el deseo. Por más bella o atractiva que sea la mujer que nos fascinó y encantó, si no subsiste el amor, desaparece el deseo o, peor aún, se instaura la perversión. Pero mientras sepamos cuidar y alimentar el amor, el deseo bendecirá nuestros días y nuestras noches, y los de la mujer que amamos y que nos ama. No te avergüences de tu deseo, entonces, y bríndalo gozoso y feliz como el más bello de tus obsequios, sin olvidar que, si no quieres que se desvanezca con la misma fragilidad de un sueño, instantes después de despertarte, tienes que poder esperar, postergar, y dejar que de él se nutra su destino: el amor, para nunca agotarse. No sé cómo vive esto la mujer, pero si estoy muy claro que hablo desde lo más profundo de la esencia del hombre. Palabra de hombre.

21. EN NOMBRE DEL PADRE

En nombre de la Libertad, de la Justicia, de la Equidad, y de la Democracia, de Dios o de la Patria, se cometen a diario los crímenes más atroces. Detrás de estos nobles valores y sueños humanos, se esconden desvergonzadamente los secuestros, el tráfico de estupefacientes, el apetito del poder y el abuso de la fuerza. Se trafica con esos valores para justificar el asesinato, la tortura, las cárceles y el encierro forzoso y cruel de personas, fuera de todo marco legal. Nosotros los hombres tenemos una responsabilidad muy especial frente a esto, ya que quienes cometen esos crímenes suelen ser en su mayoría hombres, cuyos padres nunca les enseñaron, ni con el ejemplo ni con la palabra, a ejercer la fuerza con compasión. En las armas de los guerreros nobles está inscrito un mandato: “No me uses sin Honor”. En nombre del Padre que tenemos como nuestra esencia todos los hombres, les pido a todos aquellos que niegan su libertad a seres humanos inocentes, hoy día en particular a los secuestrados en Colombia, que los liberen de inmediato inspirados por la compasión que no es sino una forma superior de amar. Y todos son inocentes, hasta que no se les demuestre lo contrario. Palabra de hombre.

miércoles, 19 de agosto de 2009

20. MI CREDO

Creo en el camino de amor, sobretodo el del amor entre el hombre y la mujer que todo lo crea. Creo en la unión de la carne y del espíritu. Creo en la tolerancia frente a las diferencias. Creo en la aceptación del otro. Creo en el placer y en el sufrimiento cuando son necesarios o inevitables. Creo en la búsqueda, en la inquietud de los corazones curiosos y sencillos. Creo en el pensamiento guiado por el sentimiento. Creo en la verdad de la experiencia viviente, en la vida viviente, y sentida, sin negar la importancia de la herencia escrita, pintada, cantada, dibujada, esculpida, pensada, contada, imaginada, antes de mí, por otros seres, diferente a mi experiencia, o lejos de ésta. Creo en la santidad del espíritu y de la carne cuando los cuerpos se encuentran con la necesidad de amar, de proteger al que necesita protección, o cuando el cristal del alma se encuentra en peligro de quebrarse y necesita incondicionalmente la presencia amorosa de otra alma herida. Creo en el Padre y la Madre cuyos brazos siempre están dispuestos a escudar y dar calor a quien ellos crearon con su amor y deseo. Creo en la palabra que sale de los labios que besan, que comen, que se dan cuenta que tocan el alma del otro o de la otra, porque viene de un corazón consciente de sí mismo también. Creo en las manos que tocan la piel del otro como si siempre fuera la piel de un niño o de una niña, sin olvidar que a veces podrían tocar el deseo, o el miedo, o la furia, o la duda, de una persona adulta. Creo en la inmensidad del silencio y del espacio. Creo en ti. Palabra de hombre.

19. EL ALIMENTO ESPIRITUAL MUTUO

Cuando una persona sufre de verdad, no por adicción al sufrimiento sino por una causa real, y estás a su lado, no necesita que sufras tu también y llores con ella. Nunca podrás sentir lo que ella siente y tu llanto puede confundirla. Es verdad que a veces no podemos evitarlo, sobretodo si lo que lo embarga es la tristeza profunda, o el miedo. Nuestras neuronas llamadas “espejo” nos hacen resonar en diapasón con esa persona y sentimos algo muy parecido. Nunca igual. Algo similar ocurre con la furia, pero mucho menos con la culpa, o la vergüenza que también hacen sufrir, eso que llamamos “vergüenza ajena”. Pretender que sufres empáticamente puede ser engañoso. La verdad es que nunca podemos saber real y profundamente qué es lo que le ocurre al que sufre. Pero, si podemos sostener nuestra presencia al lado de esta persona, sin agudizar con nuestro miedo su sufrimiento, sin pretender aliviarlo tampoco, tratando de calmarla o distraerla, ella se sentirá simplemente acogida, cuidada, acompañada. Y nos devolverá la mirada agradecida.

Eso me nutre a mí como ser humano, me enriquece. Y ese alimento espiritual regresa al sufriente, sin ningún esfuerzo, y así nos brindamos cuidados mutuamente, como un espejo frente a otro espejo, reproduciendo ad infinitum las imágenes compasivas de la plenitud... Ese es el círculo virtuoso de la compasión. Palabra de hombre.

18. LA COMPASION

Cuando un niño, o un anciano indefenso, sufren por razones muy reales, como una enfermedad muy seria, o un abuso, muchas veces no sabemos qué hacer con nuestros propios sentimientos. Nos confunde nuestra impotencia. A veces podemos ofrecer un alivio, pero no podemos quitarle el sufrimiento que los embarga, ni el miedo, ni la pena. Lo único que nos queda es la compasión. No la lástima que puede ser humillante, Ni una supuesta empatía que sería una arrogancia.

La compasión, como forma superior de amor, es incondicional, es una cualidad de nuestra presencia, de nuestra actitud y no depende del otro sino de nosotros mismos. Gracias a ella, no oponemos nuestros miedos, ascos, juicios, culpas y vergüenzas a lo que ocurre. No sumemos el sufrimiento de nuestras resistencias, negaciones y defensas, a lo que ya existe como dolor.

La compasión no lucha inútilmente por no sufrir, no se esfuerza neuróticamente por evitar las emociones y sentimientos que surgen.

La actitud compasiva en realidad genera una sensación de plenitud, de intensidad, de flujo libre, que tiene algo de la cualidad del gozo… ¿porqué?... Porque es bueno hacer sentir al otro que no está solo, que hay un sentido, un camino solidario de crecimiento, de plenitud, de aprendizaje, a pesar de todo. Palabra de hombre

17. EL ORGULLO DE LA VIRILIDAD

Los hombres estamos aún lejos de poder sentirnos socialmente bien con nuestro deseo sexual. Ni la represión sexual previa a los años sesenta del siglo pasado, ni la permisividad sexual que ahí nació como reacción, nos hacen sentirnos realmente cómodos. Cuando nuestro deseo se hace patente, podemos sentir que se nos viste de algún tufillo y sentimos la burla o la censura, y nuestra alma se siente invadida por sentimientos de amargura, de tristeza, hasta de furia por el temido rechazo. No cedamos a ese prejuicio, a ese estigma. Tu deseo como hombre es bueno, y merece ser valorado y apreciado como el agua fresca de todos los días. Tu deseo hará sentir claramente a tu pareja que la has elegido a ella como única compañera de tu vida, de tu única vida. Es el regalo más valioso que puedes brindar a la mujer que amas. Tal vez ella no lo entienda, y piense que es sólo ella la que da y tú el que tomas. Pero si tu orgullosa virilidad se enriquece con el dulce agradecimiento por lo que ella te brinda de su propio deseo, ambos irán sanando los espacios que la sociedad aún no sabe cuidar, y construiremos una sociedad más sana, más equilibrada, menos violenta. Palabra de hombre.

16. CHISTES DE HOMBRES O DE MUJERES

No hagas chistes que se burlan de la mujer, ni admitas chistes que se burlan del hombre. La dignidad es lo único que nunca debemos perder. Cada vez que alguien se ríe de un hombre o de una mujer, por burlarse de algún rasgo de lo que nos distingue, lo hace transformando lo que nos enorgullece en algo vergonzoso. Los llamados “chistes de hombres”, las más de las veces, destacan nuestros deseos sexuales para hacer escarnio. Como si hubiera algo fundamentalmente malo en el deseo masculino, que por cierto es diferente del deseo femenino pero de ninguna manera inferior ni despreciable. Destacan nuestra necesidad de ser amados y de que ese amor de la mujer que elegimos se exprese en nuestro deseo. No te hagas cómplice de esas burlas, y no permitas tampoco que se burlen de la mujer con “chistes de mujeres”, ni tampoco “chistes judíos” o “chistes de argentinos” o “chistes de negros” ni ningún “chiste” que haga escarnio de nadie, que no son sino formas escondidas de discriminación y de prejuicios. La ironía no debe significar escarnio de nadie. Palabra de hombre.

15. LA MEDITACIÓN

Guarda silencio por un rato - pocos minutos - y simplemente observa qué es lo que ocurre… Te sorprenderá que si simplemente contemplas tus pensamientos, sin controlarlos, ellos parecen fluir por si solos, cambiando de un lado a otro, sin un propósito claro. Por momentos crees estar elaborando algo en tu mente, pero lo más probable es que sientas que tus pensamientos cambian de temas, deambulan, como monos trepados en un árbol cambiado de ramas. Si logras tomar distancia de esos pensamientos, si te limitas a observarlos, y si dejas que tu atención se desplace hacia afuera, hacia lo que ocurre a tu alrededor, y luego hacia tu propio cuerpo, a tu respiración, a los latidos de tu corazón, hacia tu piel en contacto con tu ropa, a tu peso, a tus sentimientos, a tus órganos internos, … y no tratas de cambiar nada… estás dando un primer paso a eso que llamamos meditación. Es como si te bajaras del caballo y te limitaras a contemplarlo mientras este pasta o camina, sin control de nadie. Vas a sentir mucha paz. Vas a reconocer que muchas de tus preocupaciones no tienen mucho sentido y que te agotan en el día a día, simplemente porque se repiten y repiten, innecesariamente. Es un camino de aprendizaje, muy importante, practícalo, que te va a ayudar mucho en la vida. Palabra de hombre.

14 PIENSA ANTES DE RESPONDER

No eres responsable de lo que otros hacen. Pero sí eres responsable de lo que tú haces, en particular de lo que tú haces como respuesta. Esto que puede parecerte tan evidente ahora que me escuchas, no suele serlo en el momento de la acción, cuando nos asaltan imágenes espontáneas, e impulsos muy fuertes y fuertemente sentidos, que nos llevan. Y nos dejamos llevar, sin control, disfrutando de una espontaneidad repentina. Pero no siempre nos sentimos bien después. Si los demás reaccionan ante algo tuyo de manera injustamente negativa, eres libre de elegir tu respuesta. Pero si te limitas a reaccionar, lo más probable es que tu reacción sea igualmente negativa, guiada por sentimientos y recuerdos inconscientes que no has tenido la oportunidad de examinar y evaluar, ni menos asumir conscientemente. Eso no es responsable. Lo que hagas estará cargado de lastres del pasado, incluso de un pasado muy lejano, en circunstancias muy diferentes a las que confrontas hoy y podrías estar siendo injusto o desconsiderado. Sólo puedes ser responsable si te has dado el espacio para elaborar una reflexión consciente. Para aprender a responder, en lugar de reaccionar, lo que puedes hacer es imaginarte tu respuesta, antes de ofrecerla. Si te sientes bien, la ofreces, si te sientes mal, espera unos instantes y aparecerá una alternativa, y así sucesivamente hasta que estés satisfecho. Al principio esto puede parecerte complicado, pero pronto se volverá automático, y en fracciones de segundo podrás evaluar si te sientes realmente bien con tu respuesta. Ya no te costará ningún esfuerzo, y estarás más contento contigo mismo, y los demás contigo. Palabra de hombre.

lunes, 15 de junio de 2009

13. ES BUENO ESTAR SOLO


Es bueno estar solo, a veces. Nuestro instinto masculino nos lleva a buscar esa soledad cuando menos nos lo imaginamos. Otras veces la soledad no es de nuestra propia elección, sino que puede venir del hecho de estar sin pareja, o sin hijos, o de haber perdido a nuestros padres o de estar lejos de ellos y de todos. Pero si tratamos de borrar o huir de nuestra soledad, terminamos buscando falsas compañías, Te invito a disfrutar de esa soledad. Puedes encontrar en ella mucha alegría, mucho espacio para hacer cosas que los demás no te dejan hacer cuando estás cerca de ellos. Disfrútala incluso si es que aparece con ella la tristeza. Puede ser muy importante que escuches a esa tristeza, como si fuera tu mejor amiga, una amiga especial que te ayuda a identificar tus vacíos, tus carencias, tus ausencias, tus añoranzas. Y también como una amiga que te recuerda tus cualidades como hombre, tu fuerza, tus alegrías, tu particular manera de ver y cuidar el mundo en que vivimos. Palabra de hombre.

12. MIRA A TU HIJA

A veces, cuando miras a tu hija adolescente, descubres que ya es una mujer, y ya dejó de ser una niña. Te embargan sentimientos contradictorios. Ya no la puedes mirar como niña. Por un lado te alegras de verla tan bella y atractiva, pero por otro lado te asusta un poco descubrir que va a ser vista como mujer por otros hombres. Deja de lado tus temores. A ti te toca darte permiso para mirarla como hombre, pero como un hombre que es su papá,… sin dejar de ser hombre. En tu mirada, si tú te lo permites, si tu sostienes tu mirada por unas fracciones de segundo más, ella puede descubrir sutilmente un mensaje sin palabras que le dice lo atractiva que es, que aprueba esa sutil coquetería en ella, sin invadirla, sin avergonzarla, sin que se dé cuenta siquiera, respetando amorosamente su pudor. Ella sin saberlo ha invocado tu virilidad de padre. Ella puede ser tocada así, como mujer, en su más íntima imagen de sí misma, por el Hombre a través de su papá… sin dejar de ser hombre. Eso despertará en ella sin que medien palabras, - y la más de las veces sin darse cuenta - una profunda seguridad sobre su feminidad. Algo que mamá no le puede dar, por más buena mamá que sea, simplemente por el hecho de que mamá no es un hombre. Cuando le toque a tu hija descubrir la mirada de algún hombre que le guste, ella recordará, sin pensarlo, sin saberlo, esa mirada de papá y, bueno…, las miradas se encontrarán y se encontrarán bien. Palabra de hombre.

11. EL HOMBRE NO ES FEO

Dile a tu hijo lo hermoso que se ve como hombre. Para las mujeres es más fácil decir a sus hijas que están muy guapas. Para nosotros no. Pero creo que eso no nos ayuda a los hombres. En realidad, cuando ves a tu hijo varón, que perfila su hombría desde pequeño, no me digas que no sientes orgullo como padre. Es evidente. Y seguro que sonríes satisfecho de tu obra. ¿Porqué no decírselo entonces? Sin duda, y de manera inconsciente, el día de mañana cuando una chica lo mire, él se sentirá seguro, no se amilanará y devolverá la mirada, y una sonrisa. Cuando se mire en el espejo, no estará renegando de “lo feo que es”, ni consolándose con la frase típica de las mamás de antaño a sus hijos cuando les decían: “el hombre es como el oso, cuanto más feo, más hermoso”. No, no es así. Es cierto que los hombres tenemos una manera de relacionarnos con nuestro físico muy diferente a la de las mujeres. Sobretodo, no necesitamos para nada el hacer gala de nuestros atributos físicos. Pero tampoco tenemos que sentirnos por definición feos. ¡Y la mirada de papá puede ayudar tanto! Palabra de hombre.

jueves, 28 de mayo de 2009

10. TU PADRE ANCIANO

¿Hablas con tu padre anciano? No esperes a que los años lo abrumen tanto que sus gestos y movimientos se deterioren y hagan demasiado difícil la comunicación. Ciertamente no esperes que pase algo y luego lamentes no haber hablado con él. Tu padre es un canal único para transmitirte el profundo saber que no viene de libros ni de universidades, el saber que sólo lo da el tiempo. El mundo en el que vives lo hizo él, junto con otros ancianos como él y sus ancestros que ya se fueron. Él ha vivido su vida y su corazón está lleno de imágenes, de recuerdos, de ilusiones, de amargas lecciones y de dulces logros, y todo ello constituye un invalorable jardín de colores y de música que él, sin duda, estará feliz de compartir contigo, aunque teme que a nadie le interese. Sin duda no todos los momentos que has tenido con tu padre han sido buenos. Puedes tener resentimientos, dificultades, puedes haberte sentido no escuchado ni atendido, puede haber motivado celos y frustraciones. Pero lo más probable es que él haya vivido su vida lo mejor que pudo. Lo más probable es que los errores que cometió contigo, anteriormente los haya cometido su padre también con él, y ahora quiera decírtelo y prevenirte para que no los repitas tu con tus hijos. Tal vez. Y, en todo caso, será un deleite para ambos si se sientan alrededor de un plato de comida tranquilos, o de una elegante copa de vino, y hablan de cualquier cosa, disfrutando vuestra tertulia, como si no pasara nada, como si nunca hubiera pasado nada... Palabra de hombre.

9. TU HIJO ENAMORADO

Si tu hijo te dice que está enamorado, recibe esa confidencia con amor de hombre. No te burles de sus palabras y pensamientos porque para él es muy importante entregarse al sentimiento romántico. Esa entrega lo ayudará a reconocer y desear el amor. Tampoco sexualices tus palabras al responder, porque lo que lo mueve no es el deseo del acto genital, a pesar de que sus hormonas lo están movilizando. Lo que lo mueve es el rostro virginal y bello de la jovencita que le quita el sueño, la mirada dulce de la chica que le gusta tanto, sus ojos, su risa, su vocecita suave que lo encandila, lo delicado y límpido de su piel. Escúchalo, está enamorado, quiere tener una parejita y eso no lo hace tonto. Tampoco es síntoma de que se le han despertado deseos sexuales, sin que eso deje de ser cierto. Por el contrario tu compañía le enseñará a iniciar esa búsqueda de toda una vida, en la que los hombres y las mujeres nos encontramos y desencontramos en una hermosa danza interminable. No lo apures, ni lo frenes, ni lo juzgues: escúchalo confiando que él va a encontrar su ritmo, su momento. Dale sin palabras el permiso para amar dulcemente, como él quiera hacerlo y, sobretodo, no de les consejos si no te los pide. Palabra de hombre.

viernes, 22 de mayo de 2009

8. JUGANDO CON TUS HIJOS

A veces nos olvidamos qué agradable es jugar con nuestros hijos. Hubieron muchos juegos que disfrutaste cuando niño y que tal vez tu hijo no conoce o no sabe jugarlo tan bien como tu, y eso no es solamente el fútbol. Juega trompos, hazle un cometa como el que tu volaste a la perfección, si jugaste bolas (eso que ahora llaman canicas), juega con ellas, si supiste tirar al blanco con una honda hecha de cámara de llantas, hazle una a tu hijo y enséñale a tirar al blanco (no a un pajarito, menos ahora que tenemos una consciencia ecológica mucho mayor). Si sabías jugar cartas con astucia, juégalas con él y enséñale, juega ajedrez, damas, billas, juega con el aro, lo que más disfrutaste. No te metas, por supuesto, cuando él quiere jugar sólo, o sólo con sus amigos. Pero hazle sentir que estás dispuesto a jugar. No lo hagas cuando no puedes, si es que el trabajo no te lo permite, pero no dejes que el trabajo te robe el espacio más importante de la vida de tu hijo. Esa disposición tuya a jugar sanamente será un regalo para él que nunca olvidará, y también para ti, no sólo para él. Y lo mantendrá un poco alejado de los juegos alienantes, electrónicos o de Internet, donde si bien hay cosas buenas para él, no están exentos de peligros serios de la adicción, la pornografía, la paidofilia y la simple suciedad humana. Si tu estás en el juego con tu hijo, él aprenderá a amar y a ser amado, y sabrá disfrutar mejor de los vínculos humanos sanos. No lo dejes sólo. Acompáñalo en su vida, todo lo que puedas. Palabra de hombre

7. CULTIVA TU ESPIRITU

Cultiva tu espíritu. Las iglesias están llenas de mujeres y suelen escasear los hombres. Si eres creyente ve a misa, o asiste a los rituales de tu credo. Si no eres creyente, ve a un templo de cualquier credo de todos modos, sobretodo cuando no hay nadie, y guarda silencio. Si las iglesias no son de tu agrado, tómate un tiempo para ir a un espacio bello, sea al lado del mar, en una quebrada, en el campo, y guarda silencio ahí, meditando, agradecido. La vida tiene dificultades y nos da motivos para sufrir, y tarde o temprano va a terminar para ti y para todos, cada uno en su momento imprevisible. Pero también nos da goces extraordinarios, nos regala su belleza, nos revela su verdad, y nos brinda oportunidades para la bondad, para la generosidad, para transformarla cada día en algo mejor. La fuerza espiritual que te permite construir esos lados buenos de la vida es diferente para ti como hombre que para la mujer, aunque tenemos mucho en común. De ti depende que tu andar masculino en esta vida deje huellas buenas, que haga que la vida sea algo mejor que cuando la recibiste como don. Palabra de hombre.

6. SÉ CARIÑOSO CON TU HIJA

Sé cariñoso con tu hija. Abrázala cuando sientas el deseo de hacerlo y ella reciba cómoda tu abrazo. Llévala de la manito aunque ella sea ya mayorcita, si es que ella lo acepta. Háblale con dulzura sin renunciar a tu fuerza, aún cuando sientas que tienes que decirle algo problemático. Acaricia a tu hija sin invadir jamás su intimidad. Besa a tu hija en su mejilla, en sus manitos, sin temor, con besos protectores de padre. Nunca en la boca. Muchos padres nos resistimos a ser cariñosos con nuestras hijas mujeres porque tenemos miedo de que ellas, más adelante en sus vidas, sean demasiado cariñosas con los chicos, o porque tememos que nuestra propia sexualidad las afecte. La verdad es que, si eres cariñoso con tu hija mujer, y, obviamente, sabes no invadirla con tu sexualidad, lo que ella experimentará es un buen contacto con los hombres y no va a mendigar amor y cariño a nadie. No va a buscar hombres distantes y fríos para encontrar el cariño que no le diste. Palabra de hombre.

5. HABLA A TUS HIJOS VARONES

Habla a tus hijos. Es verdad que nosotros los hombres aprendimos a apreciar el silencio. Desde hace cientos de miles de años, o más, para nosotros era cuestión de vida o muerte el silencio, sobretodo cuando íbamos de cacería, o cuando teníamos que defender a los nuestros de alguna amenaza grave. Y si sientes esa necesidad física, emocional, espiritual, de guardar silencio, permanece callado, sin hacer el más mínimo ruido. Pero no olvides que de vez en cuando es muy importante que hables a tu hijo, de hombre a hombre. Sobretodo cuando su madre no lo entiende. Cuando siente que algo en la vida lo angustia, que algún espacio se le cierra, o cuando no parece saber cómo acceder al amor de una chica, o cuando se siente avergonzado de algo, con o sin razón. El necesita de su padre tanto o más que tu hija necesita de su madre. Háblale. Pero no le hables desde la distancia, desde un supuesto saber, desde una posición autoritaria. Pregúntale qué necesita, dile que lo quieres y que siempre estarás a su lado, hasta el fin de tus días… y después. Y hazlo desde muy pequeño, desde que nace, y no calles cuando te toca dirigirle la palabra y brindarle un abrazo. Palabra de hombre.

jueves, 21 de mayo de 2009

4. EL DOLOR MASCULINO

En Europa y Estados Unidos se ha generado un poderoso movimiento de hombres. Cuando los hombres se reúnen, suelen escucharse tambores, cánticos rituales, y se escuchan historias de mucho dolor y resentimiento. Las guerras, sobretodo, confunden al hombre y lo destrozan en espacios muy íntimos. En la ética masculina el uso de la fuerza es una cuestión de honor. No es masculino usar la fuerza contra el vencido, contra el que no se puede defender, por más que nos sintamos amenazados y por más feroz que haya sido el combate que acaba de ocurrir. Y los gobiernos de algunos países, o los líderes de algunos movimientos políticos, declaran guerras profundamente inhumanas, atentados terroristas, bombardeos, asesinatos encubiertos o declarados, que no enorgullecen a los verdaderos guerreros, que se alistaron en alguna fuerza con la idea de defender su país, su nación, su familia, sus creencias. Pero no sólo las guerras nos afectan. También las nos duele el deterioro de la masculinidad en demasiados espacios. Los padres somos muchas veces excluidos de la educación de los hijos, por las mujeres. Los padres somos discriminados en nuestros derechos a cuidar de sus hijos porque se le suele dar legalmente prioridad a la mujer. En los colegios se produce una feminización masiva de la docencia y se tiende a excluir a los hombres. Las “cabezas de familia” son, en una proporción creciente, mujeres. No guardemos silencio frente a este dolor masculino. Palabra de hombre.

3. LA VERGÜENZA DE LOS HOMBRES

Muchas veces he tenido momentos de silenciosa comunicación entre hombres, a veces en medio de bulliciosas reuniones de mujeres que se sienten, con todo derecho, emancipadas. Es un momento, en que nos decimos entre nosotros, mayormente sin palabras, que es muy bueno ser hombre. Lo extraño es que parece que tenemos que decirlo con cierta vergüenza, con cierta clandestinidad, como si quisiéramos que nadie nos escuche. Si decimos que estamos orgullosos de nuestro género pareciera un insulto a algunas mujeres, felizmente no a todas, ni siquiera a la mayoría. Creo que es la secuela de un cierto feminismo a ultranza que se opuso a los hombres, que amenaza criar a sus hijos varones como hombres blandos, castrados, como hombres que se disfrazan de una falsa feminidad de donde surge un hombre debilitado y feminizado. Los hombres tenemos que recuperarnos y borrar esa imagen devaluada de lo masculino. Obviamente no es sólo ese cierto feminismo lo que nos ha hecho daño. También nos hemos hecho daño nosotros mismos. Palabra de hombre.

jueves, 14 de mayo de 2009

2. EL ORGULLO DE SER HOMBRE

Se nos critica a los hombres por tantas cosas. El feminismo trajo muchas cosas buenas para las mujeres y para los hombres, pero también tuvo secuelas inesperadas y negativas. A los hombres se nos hizo sentir mal no sólo por el lado degradante del machismo, sino por el mismo hecho de ser hombres. Si expresamos nuestro deseo de manera imperativa, eso es considerado insensible o, peor, abusivo; si hacemos despliegues de fuerza, sea con nuestra voz o con nuestros gestos, eso es tildado de amenazador; si abrazamos a nuestros hijos con energía, o si levantamos a nuestros hijos en el aire amorosamente, eso es criticado como violencia. No tenemos que aceptar estos ataques en silencio. Sé hombre con orgullo y no renuncies a tu energía, a tus cualidades de hombre. Pero demuestra a las mujeres que te rodean que tu fuerza está al servicio de la vida, no de la muerte. Palabra de hombre.

1. NUESTRA FUERZA Y NUESTRA DULZURA

Tantas veces he escuchado criticas a nosotros los hombres por nuestra actitud hacia los sentimientos. Nos dicen que somos demasiado toscos, directos y apurados, que sólo nos interesa lo práctico y que nos cuesta entrar en contacto con la ternura, con la sensualidad. Tanto nos dicen eso que a veces nos lo creemos. Pero, pregunto, ¿quién de nosotros hombres no ha sentido que se dibuja en nuestro rostro una sonrisa al ver a un niño que juega? ¿Quién de nosotros, hombres rudos, no ha sentido el poderoso impulso de proteger a una mujer, a un anciano, a una persona indefensa cuando algo los amenaza? En medio de nuestra supuesta dureza, nos sorprende el sentimiento de amor hacia una mujer y tratamos de ocultarlo, como si fuera una falta. No nos avergoncemos de nuestra capacidad para derretirnos de amor y de dulzura. La fuerza que tenemos es un regalo para la vida, no sólo para cargar ladrillos o para arar la tierra. Palabra de hombre.