domingo, 27 de septiembre de 2009

41. EL COMFORT ANTE LA MUERTE

Hace un tiempo escuché cómo rezan las palabras de los budistas ante el cuerpo de alguien que ha fallecido. El que conduce la ceremonia, menta el nombre de quien ha fallecido, y dice “….has muerto”. Así, crudamente. Luego dice: “La muerte es real.” Luego de una pausa añade: “Todos vamos a morir.”, y luego de otro breve silencio, concluye diciendo: “No podemos hacer nada para evitarlo”.

Esas palabras me resultaron muy reconfortantes. Me brindaron mucha paz y alimentaron en mí la posibilidad de una suave aceptación de la muerte como nuestro grave destino común. Y he estado al borde de la muerte tres veces en mi vida, por razones ajenas a mi voluntad, por supuesto. Y las tres veces esa situación terrible me generó profundos e indescriptibles cambios en mi visión de la vida. Con los años he desarrollado un sentido de inmensa gratitud por la vida que tengo, con sus lados buenos y malos. Cuando me llegue el momento, mi fantasía sería tener suficiente consciencia como para decir “gracias” y poder dejarme ir, mientras cierre los ojos con una sonrisa. Palabra de hombre.

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