domingo, 6 de septiembre de 2009

30. SABER ESCUCHAR LOS MENSAJES OCULTOS

Cuando alguien nos cuenta algo de sí mismo, dice mucho más de lo que su historia pareciera decir. Ron Kurtz nos dice que una cosa es escuchar la historia que cuenta una persona, otra es escuchar qué es lo que esa persona nos dice acerca de sí misma cuando la cuenta. Sus gestos, las sutiles variaciones de su tono de voz, sus movimientos involuntarios, son comentarios espontáneos a su propia historia que ni la misma persona que las cuenta es consciente de de que los está haciendo. Si prestas verdadera atención a tu pareja, o a tus hijos, cuando te cuentan algo importante de sus vidas, y no te limitas a escuchar sólo lo que parecieran querer decir, te sorprenderán muchos mensajes valiosísimos que podrían pasar desapercibidos. Por ejemplo, tu esposa podría decirte que es muy, muy feliz y que se siente tan satisfecha de todo, pero una sutil fragilidad de su voz, o una mirada instantánea, podrían decirte lo contrario, o tal vez revelar una preocupación profunda o una frustración secreta, de la que te quiere proteger, a un costo excesivo para ella que no quiere medir. No dejes que esos mensajes se pierdan. Reconoce el mensaje escondido y, si es oportuno, nómbralo, diciendo, tal vez, “…amor, me pareció escuchar un otro mensaje, oculto, diferente, en tu tono de voz, en tu mirada, detrás de tus palabras, que me dice algo distinto a lo que me dicen tus palabras… ¿me equivoco?” y, si el momento es oportuno, ella, repuesta de su sorpresa al verse descubierta, podría compartirlo contigo para bien de ambos. Palabra de hombre.

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