lunes, 4 de enero de 2010

51. SEAMOS AGRADABLES A LOS DEMÁS

Hay, se dicen, cinco cualidades que contribuyen enormemente al bienestar personal: la apertura, la consciencia, la extroversión, la ausencia de neurosis, y el saber ser agradable. Vamos a examinar estas cualidades: Una de las actitudes que más contribuyen a nuestro bienestar es saber ser agradables, es decir, saber responder positivamente a los demás, tener la disposición para estar de acuerdo con los demás y no situarnos en la objeción ni en el eterno desacuerdo a priori. En inglés ser agradable se traduce en “to be agreable” que viene de la palabra “agree” que quiere decir “estar de acuerdo”. Uno gana muchísimo espacio en la vida, mucha holgura y tranquilidad si es que no gasta sus energías resistiéndose a los sueños de los demás, si no rebusca razones para objetar sus iniciativas. Obviamente, no podemos estar de acuerdo en todo, ni menos adaptarnos siempre a los deseos de los demás, ni ceder siempre ante sus expectativas. Pero si podemos buscar maneras cómo nuestra conducta ayude a que todo funcione mejor para todos, sin sacrificio ni perjuicio de nadie, y sobre todo sin que se genere una sensación de malestar ni de frustración sin salida. Podemos buscar maneras de que nuestra respuesta sea realmente agradable, que al menos dé opciones, es decir, que sea lo más acorde posible con los sentimientos de apoyo mutuo, de solidaridad, hasta de complicidad con ciertos deseos secretos… Como dice un cartel de un ferretero español: “Es agradable ser importante, pero es mucho más importante ser agradable”. Palabra de hombre.

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